Heme aquí, envíalo a él

El uso constante de las redes sociales ha transformado el dolor de las personas en “causas virales” que se abandonan sin remordimiento, tras un rápido ‘me gusta’ on un ‘compartir’. Cada día nos volvemos más insensibles y nuestra capacidad de compasión y el amor por los perdidos disminuyen, aun cuando decimos sentir una carga por lo que aflije a nuestros hermanos. Si no amas realmente al prójimo, siempre delegarás la tarea de ayudarlos y dirás: “Heme aquí, envíalo a él”. Sin embargo, la compasión verdadera exige acción y sacrificio. Durante su caminar por esta tierra, Jesús sirvió a los demás, olvidándose de sí mismo. Si amas a alguien lo suficiente, ayudar no es un deber; no es algo que tienes que hacer, sino algo que quieres hacer. Recuerda que Dios no recompensa lo que decimos, sino lo que hacemos por cada uno de Sus hijos.

Om Podcasten

Conferencista, influencer, actor y conductor de televisión.