Zurdos, raros y feos

Todos y cada uno de nosotros tenemos hábitos que no podemos controlar, fallas que no podemos corregir y defectos que no podemos enmendar. Santiago 5:16 escribe: «Por eso, confiésense unos a otros sus pecados y oren unos por otros para que sean sanados». Sin embargo, muchos de nosotros nos esforzamos mucho por esconder las manchas que arruinan nuestro carácter, olvidando que la confesión y la conexión con los demás y Dios, libera el Espíritu y nos ayuda a obtener sanidad. En el ocultamiento no hay sanidad; sólo puedes ser amado de una forma total, si se te conoce totalmente.

Om Podcasten

Conferencista, influencer, actor y conductor de televisión.