De rubíes en cofre de cuero: Punica granatum

El verano boreal se enciende con las flores del granado que engalanan su lindar.Sin embargo —y salvo curiosas y notables excepciones, como la cultura china— no ha sido la flor aquello que más nos ha llamado la atención de Punica granatum, sino su fruto… Y es que difícilmente hallarás fruto más singular en el reino vegetal.Desde su cuna centroasiática, este arbolito con tendencias arbustivas ha conseguido la paradójica gesta de conquistar el mundo con su potencia simbólica, y a la vez permanecer en la penumbra de los cultivos menores, secundarios.Y tiene tantas historias que contar, diría yo, como granos de rubí guarda en su interior… ¿te vienes conmigo a descubrir unas cuantas?+ UNA GRANADA en el blog Imaginando Vegetales (con granadas en el zoroastrismo, granadas en Grecia & en la península Ibérica): https://imaginandovegetales.wordpress.com/2017/09/24/una-granada/+ Si no te crees lo que cuento sobre el pabellón de Turkmenistán en la EXPO2015, aquí te lo contaba. Con fotos: https://imaginandovegetales.wordpress.com/2015/11/03/expo2015-pabellones-nacionales-2/☛ LIBRO basado sobre el pódcast: Senderos de savia: https://ainaserice.com/senderosdesavia+ Encuéntrame en la web https://ainaserice.com & en redes (FB: https://facebook.com/ainaserice; IG: https://instagram.com/ainaserice).+ Transcripciones de los capítulos (a su ritmo…) en ☛ http://senda.imaginandovegetales.com+ Círculo de apoyo vegetófilo íntimo, con agradecimientos extra ☛ https://patreon.com/ainaserice{Agradecimientos}Música compuesta &interpretada por Cristina Llabrés y Evaristo Pons.Y gracias especiales a Mª Antònia Company por asesoramiento lingüístico en chino (cualquier fallo de pronunciación es culpa mía)¡Y gracias a ti por la compañía!

Om Podcasten

Este pódcast es una invitación a descubrir las historias —más o menos perdidas, más o menos olvidadas, siempre fascinantes— de las plantas que nos rodean.Les pone voz la bióloga y escritora Aina S. Erice, que no cree en la división entre ciencias y letras, y por tanto propone un experimento vegetófilo donde botánica, biogeografía y genética conviven con literatura, mitología e historia (y se lo pasan en grande todas juntas).Equipaje imprescindible para el viaje: curiosidad, y un mínimo interés/afecto por las plantas.