El árbol de buen color y mala sombra: Juglans spp.

Hay árboles cuya mala fama es un misterio, y debemos buscar en la metáfora y el símbolo las claves que nos permitan descifrarlo. Haylos, sí… pero los nogales no están entre ellos.Del género Juglans, con su veintena de especies distribuidas por toda Eurasia y las Américas, hemos apreciado sobremanera sus frutos y su excelente madera. Diríase que no hay cultura con nogales alrededor que no haya descubierto cómo usarlos para obtener comida, remedios medicinales, y —sobre todo— tintes sólidos y sinceros.Sin embargo, y quizás alimentados por los efectos de moléculas tóxicas que los Juglans, efectivamente, producen, a la sombra del nogal han brotado también leyendas y rumores que lo asocian al mal, a la brujería, a los espíritus diabólicos.Por eso hoy nos embarcamos en un viaje que nos llevará desde las montañas centroasiáticas hasta los bosques andinos y desde los mercados de Beijing hasta la Italia profunda, “sobre el agua y bajo el viento”, persiguiendo historias de nogales tan increíbles como ciertas… ¿te vienes?☛ LIBRO basado sobre el pódcast: Senderos de savia: https://ainaserice.com/senderosdesavia+ Encuéntrame en la web https://ainaserice.com & en redes (FB: https://facebook.com/ainaserice; IG: https://instagram.com/ainaserice).+ Transcripciones de los capítulos (a su ritmo…) en ☛ http://senda.imaginandovegetales.com+ Círculo de apoyo vegetófilo íntimo, con agradecimientos extra ☛ https://patreon.com/ainaserice{Agradecimientos}Música compuesta &interpretada por Cristina Llabrés y Evaristo Pons.¡Y gracias a ti por la compañía!

Om Podcasten

Este pódcast es una invitación a descubrir las historias —más o menos perdidas, más o menos olvidadas, siempre fascinantes— de las plantas que nos rodean.Les pone voz la bióloga y escritora Aina S. Erice, que no cree en la división entre ciencias y letras, y por tanto propone un experimento vegetófilo donde botánica, biogeografía y genética conviven con literatura, mitología e historia (y se lo pasan en grande todas juntas).Equipaje imprescindible para el viaje: curiosidad, y un mínimo interés/afecto por las plantas.