299. El síndrome del cínico
¿Cuántas veces defiendes tus ideas solo porque ya te acostumbraste a ellas? A veces, lo más difícil no es cambiar de opinión, sino admitir que podrías estar equivocado.
¿Cuántas veces defiendes tus ideas solo porque ya te acostumbraste a ellas? A veces, lo más difícil no es cambiar de opinión, sino admitir que podrías estar equivocado.