66. Posesión colectiva o guarrichill en San Plácido

"Pasa ubicación". Algo así le pudo decir Felipe IV a su contacto de confianza en el convento de San Plácido cuando se enteró de que acababa de sentir la llamada una novicia muy guapa. Su nombre era sor Margarita de la Cruz. Lo que vendría después sería un encuentro separados por rejas, una cita con sobresalto seudofunerario y un encargo a Velázquez para que pintase el que se convertiría en el Cristo crucificado más copiado de la historia del arte. En medio de todo esto estaba Gaspar de Guzmán, el conde-duque de Olivares y valido de Felipe IV. Desde 1829 el Cristo de San Plácido, que pasó por las manos de Godoy y de la condesa de Chinchón, forma parte de la colección del Museo del Prado. Pero hay más: en este convento benedictino fundado en Madrid en 1624 gracias a la panoja de Jerónimo de Villanueva y bajo el mando de la mujer que rechazó casarse con él, Teresa del Valle de la Cerda, sucedió en el siglo XVII un fenómeno de posesión colectiva que llevó a la Inquisición a investigar el caso de las monjas endemoniadas de San Plácido. Os lo contamos en este episodio de Arte compacto final de temporada. El libro que citamos es: 'El convento de San Plácido. Historia, arte y leyenda en el corazón de Madrid’, de María Águeda Castellano Huerta

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El podcast que te lleva hasta las obras de arte. Somos Juanra Sanz y Bernardo Pajares. Contiene salseos de la historia del arte y su buena dosis de perspectiva LQTBIQ+ porque sí, somos. Pareja artística al micrófono, en el Museo del Prado y casados con esto. Un episodio nuevo cada mes