De cómo el olvido fortalece el aprender.

Existe la idea de que aprender es construir algo en la memoria y que olvidarlo es perderlo. De alguna manera, lo opuesto es lo verdadero; tal vez lo mejor sea olvidarse de que olvidar es algo malo para nuestro aprendizaje. El foco predominante en el estudio de la memoria ha estado, hasta ahora, en el recuerdo, lo que se queda. Sin embargo, el acto de olvidar, asociado con lo efímero, lo fugaz, lo breve, lo temporal, de paso, juega un papel muy importante en los procesos del aprender. Se puede establecer un juego de quitar y poner entre lo que persiste y lo que se evapora. Ese juego dinámico permitirá tomas de decisiones más acordes con ambientes ruidosos, con mucho movimiento. Lo transitorio, lo que se va, aumenta la flexibilidad porque reduce la influencia que tendría la información “vieja”, estática, porque evita darle vueltas y vueltas a cosas que sucedieron en el pasado.

Om Podcasten

En Cierta Ciencia, de la mano de la genetista Josefina Cano nos acercaremos, cada quince días, al trabajo de muchos investigadores que están poniendo todo su empeño en desenredar la madeja de esa complejidad que nos ha convertido en los únicos animales que pueden y deben manejar a la naturaleza para beneficio mutuo. Habrá de todo como en botica; historias de la biología, diversas en contenido y extensión aunque amarradas por esa grandiosa idea de la evolución.