La carne roja no es ese diablo que nos pintan.

Cinco extensas y sistemáticas revisiones científicas sugieren que las personas pueden seguir comiendo carnes rojas, procesadas o no, como lo venían haciendo hasta ahora. Los estudios han encontrado que reducir su consumo tiene muy poco impacto en la salud. La primera revisión agrupaba a doce ensayos con 54.000 personas, los investigadores no encontraron una asociación importante, estadísticamente significativa, entre el consumo de carne y problemas cardiometabólicos o diversas formas de cáncer. En tres revisiones más, que juntaban diversos estudios que siguieron a millones de personas, tan solo se observó una disminución del riesgo en quienes consumían tres veces menos carne a la semana, pero la asociación no fue precisa. Y en una una quinta revisión, teniendo en cuenta esta vez la actitud de las personas y sus preocupaciones con su salud relacionadas con el comer carne, encontraron que las personas comían carne porque la consideraban sana, les gustaba el sabor y no tenían la más mínima intención de cambiar su dieta.

Om Podcasten

En Cierta Ciencia, de la mano de la genetista Josefina Cano nos acercaremos, cada quince días, al trabajo de muchos investigadores que están poniendo todo su empeño en desenredar la madeja de esa complejidad que nos ha convertido en los únicos animales que pueden y deben manejar a la naturaleza para beneficio mutuo. Habrá de todo como en botica; historias de la biología, diversas en contenido y extensión aunque amarradas por esa grandiosa idea de la evolución.