El triple crimen de Degaña.
Es la madrugada del 23 de mayo de 2011 en Degaña, un pequeño pueblo asturiano, donde el silencio de las montañas solo se quiebra por el murmullo del viento entre los pinos. La niebla cubre las calles empedradas, y las luces de las casas familiares se han apagado bajo un cielo punteado de estrellas. Un coche solitario recorre la carretera secundaria que conecta León con este rincón aislado. Su conductor, un hombre consumido por el rencor, lleva un plan que transformará la calma en tragedia. A las cinco de la mañana, el sonido de una puerta destrozada y gritos desgarradores despiertan a los vecinos. En una casa de dos plantas, el calor de un hogar se desvanece bajo la violencia.