Crisis de dignidad social y emocional.
En todo lo referente al maltrato psicológico, aquel que es difícilmente detectable y legalmente punible , hay una palabra clave; el consentimiento, La conducción de la responsabilidad hacia uno mismo, es la que retira la condición del amo al amo. El esclavo lo sigue siendo porque no se considera igual al amo , y le otorga la condición de ser moralmente y sentimentalmente superior. Vivimos en una crisis grave de dignidad e identidad social, donde ya ni siquiera nos indignamos, anestesiados por el agotamiento y el bombardeo de faltas de respeto continuas del poder hacia el ciudadano. El poder solo lo es porque se otorga. En política mediante el voto y la sumisión a un compromiso adquirido. Hemos entrado peligrosamente en una dinámica de maltratadores y maltratados. La corrupción, el nepotismo, la ineficacia en la gestión,o el uso de los más vulnerables, se ha convertido en algo corriente en nuestras vidas cotidianas. La prensa no funciona, aquí nunca pasa nada, y la indignación no sucede. Todo parece una dinámica de maltrato en una pareja. Una dinámica de sometimiento, que provoca el síndrome del ciudadano maltratado, capaz de banalizar la mentira y la maldad. Qué efecto tiene esto en la salud mental global? Pues no lo sé…. Pero bueno no creo. En coger la responsabilidad de cómo nos sentimos , reposa el no consentir que nos traten de determinadas maneras, y una de esas maneras es no consentir que nos mientan ( al menos de manera recurrente).