A Sánchez le gusta Bildu

PSOE la estela del radicalismo y el populismo que caracterizó a Largo Caballero. Es cierto que es más refinado que el «Lenin español», ya que provenía de las clases trabajadoras. Nunca ha necesitado «ganar el pan que comía» como le sucedió al que fue presidente del Gobierno y secretario general de la UGT. Era un sindicalista de la vieja escuela que comenzó a trabajar con siete años. Sánchez se siente muy cómodo con Bildu, que está controlado por los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA. La elección de los herederos de la banda terrorista clarifica mucho el panorama. Por supuesto, continuará pactando con Bildu a pesar de que no condena a ETA, ya que su única línea roja es un partido constitucionalista como Vox. 

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