El errejonazo a Sumar 

Ahora todo el mundo conocía el lado oscuro de Errejón. Por lo visto miraron hacia otro lado y le dejaron hacer. Es una inquietante ley del silencio. La gran pregunta es por qué. Nadie se atrevía a levantar la voz contra un ícono de la izquierda, aunque en realidad era un fracasado. Yolanda Díaz queda muy mal, porque no actuó con contundencia y le nombró portavoz. No quiero imaginar qué diría si esto hubiera sucedido en el PP. Nunca fue un intelectual, sino un pretencioso y oscuro profesor que no consiguió hacer carrera académica. Una obra inexistente y una arrogancia infinita. Era un perdonavidas. 

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Escuche cada día la opinión de Francisco Marhuenda en el podcast del director de La Razón.