El ridículo plan regeneracionista

Hace años aprendí que no hay nada peor en política que hacer el ridículo. Es lo que sucedió con la comparecencia de Sánchez. Se anunció como si fuera Moisés bajando del Sinaí con las tablas de la ley. La desaparición de Barroso ha dejado un importante vacío en La Moncloa y su aparato de propaganda, ya que su sucesor, José Miguel Contreras, le pone voluntad, pero no da una. 

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Escuche cada día la opinión de Francisco Marhuenda en el podcast del director de La Razón.