La izquierda y la crisis migratoria
España sufre una grave crisis migratoria. El gobierno de coalición socialista comunista es incapaz de gestionarla con una mínima eficacia. Hay un ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ni está ni se le espera. Es el gran ausente. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se quejan por la carencia de medios. Las autonomías afectadas reclaman medidas. Hay una desidia impresionante, pero Sánchez ha tenido unas placenteras vacaciones a costa de los Presupuestos Generales del Estado y ahora emprenderá uno de esos periplos a mayor gloria de su liderazgo en la irrelevante Internacional Socialista. Por supuesto, la excusa es que tratará el problema migratorio con esos gobiernos y repartirá dinero como si fuera un aristócrata del Antiguo Régimen haciendo beneficencia. Hay que reconocer que no ha pedido que pongan su nombre a escuelas, orfanatos, hospitales y calles en esos países.