Un Sánchez en declive necesita el radicalismo

Apesar de la lamentable manipulación de los «cinco días de abril», los esfuerzos de Tezanos con el CIS y la campaña propagandística del sanchismo, la realidad es que las encuestas muestran una nueva derrota en las europeas del paladín del progresismo. No hay más que ver las caras de Sánchez y leer las entrevistas que ha concedido desde que regresó de sus ejercicios espirituales. Ni siquiera las catalanas le salieron como deseaba, porque tiene a Puigdemont cabreado y a ERC en la unidad de cuidados intensivos con un pronóstico bastante malo. Es bueno recordar que hará una consulta a unas bases que saben que apoyar al PSC es inmolarse. Por tanto, la legislatura pende de un hilo.

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