Yiyo el infiel P-179
Hay momentos en que la traición es tan inminente e inocultable, que quizá lo único que queda (y no por decencia, sino por falta de alternativas) es afrontar las consecuencias de la lastimosa verdad.
Hay momentos en que la traición es tan inminente e inocultable, que quizá lo único que queda (y no por decencia, sino por falta de alternativas) es afrontar las consecuencias de la lastimosa verdad.