Cómo manejar la ansiedad con espiritualidad.
La ansiedad es una experiencia humana común, no una señal de falta de fe. Muchas personas creyentes luchan con ella en silencio, sintiéndose culpables por no poder controlarla. Pero el primer paso hacia la sanidad es reconocerla sin juicio. Aceptar que sentimos ansiedad no significa que estamos lejos de Dios, sino que somos humanos necesitados de su presencia. La espiritualidad comienza con la honestidad del corazón. Tu amigo Israel Meza, que Dios te bendiga siempre y recibe un fuerte abrazo.