El robo de la Gioconda

El 23 de agosto de 1911 los periódicos de París amanecieron con la noticia del robo de La Gioconda en el Museo del Louvre. Un carpintero italiano, Vincenzo Peruggia, entró en el museo y se llevó la sonrisa más enigmática del mundo a su casa. No se atrevió a colgarla en el retrete como Napoleón, pero la puso en el cuarto de las escobas de su piso de París. Durante 35 meses la Mona Lisa estuvo en paradero desconocido, cosa que aprovechó el estafador Eduardo Valfierno para vender como buenas seis copias falsas.

Om Podcasten

Un cuarto de maravillas, una habitación sonora donde recogemos los objetos raros y fascinantes que vamos encontrando en nuestro transitar por la vida. Esos hechos extraños y sorprendentes que nos enseñan que la realidad no tiene por qué estar siempre tan segura de si misma, que hay otras formas de verla y de interpretarla. Una colección que nos hace pensar que, del mismo modo que las cosas funcionan así, todo podría funcionar de otra manera.