327 – Descubriendo a Doug Wildey

Nacido en Nueva York en 1922, Doug Wildey se crió como toda esa generación de dibujantes de la gran manzana: entre la crudeza de la depresión, el cine de aventuras y las tiras de los diarios. En éstas aprendían de grandes dibujantes como Raymond, Foster, Crane, Sickles y Caniff y, a partir de 1938, con los comics de superhéroes. Sin formación artística formal, Wildey comenzó su carrera profesional dibujando para la Marina mientras cumplía su servicio militar en la Segunda Guerra Mundial. De vuelta a la vida civil, comenzó a publicar en 1947 en Street and Smith, una editorial que publicaba cómics de aventuras y westerns, entre otras cosas. Fue en este último género donde se destacó dibujando para varias editoriales. En 1954 comenzó a trabajar para Atlas, la futura Marvel, realizando múltiples historias del Oeste con guiones de Stan Lee. La más destacada de ellas fue “The Outlaw Kid“. Stan Lee declaró que Wildey era uno de los mejores artistas con los que trabajó y que le confiaría cualquier tipo de historia. En 1957 comenzó a colaborar con Harvey Comics y la DC en historias de ciencia ficción , terror y misterio y “Dr Kildare” para la Dell. En 1959 continúa las aventuras de “El Santo” de Leslie Charteris (personaje que inmortalizará Roger Moore para la TV inglesa). En 1960 puede darse el lujo de trabajar en un cómic de su ídolo, Milton Caniff dibujando “Steve Canyon“. Cuando termina “El Santo” en 1962, Alex Toth lo convoca a trabajar con él en Cambria, una innovadora compañía de animación, colaborando con “Space Angel“. Por una presentación fortuita en los estudios Hanna-Barbera, Wildey recibe el encargo de animar una serie radial famosa en esa época, “Jack Armstrong“. Wildey desarrolla un notable trabajo, pero al no conseguir los derechos de dicho personaje, todo el trabajo es derivado a la creación de un nuevo personaje, Chip Baloo. Finalmente por sugerencia del estudio el nombre se cambia a Jonathan Quest o Jonny Quest. Durante la única temporada que Hanna-barbera produjo por una cuestión presupuestaria, “Jonny Quest” resultó una de las mejores series de animación de todos los tiempos, apareciendo años después en todas las cadenas más importantes de la TV norteamericana. El increíble trabajo artístico de Wildey, inspirado en los diseños que hiciera junto a Alex Toth en “Space Angel“, sumado a una banda de sonido impecable y el ingrediente perfecto para una serie de aventuras: lugares exóticos, villanos memorables, dos personajes infantiles como héroes, un emulo de James Bond cuidándolos, un científico capaz de inventar cualquier maravilla tecnológica (que Wildey tomaba de Popular Mechanics o Popular Science) y que le dio a la serie un tinte moderno que aún sigue vigente. Además de su trabajo en animación, Wildey nunca abandonó los cómics, trabajando tanto para Gold Key, DC y continuando la tira de “Tarzán” que dibujaba Russ Manning. Pudo darse el lujo de realizar los cómics de su mayor creación “Jonny Quest” en los ’80 publicado por Comico (1986-7) y una serie muy personal de Westerns llamada “Rio“, publicada por Eclipse Comics (1983-4). Douglas Wildey, fallecido en 1994, constituye una verdadera gloria del noveno arte. Al igual que su amigo Alex Toth, fue un artista completo y un verdadero maestro del arte de la ilustración, el cómic y la animación al que hay que conocer y estudiar. No he visto ninguna obra suya que no tenga un profesionalismo extremo, incluso sus bocetos. No se priven del privilegio de ver y analizar sus westerns (en especial Río), sus relatos de guerra u horror, su personal tira “Ambler” sobre un músico ambulante y en especial ver y leer “Jonny Quest“. No se van a arrepentir. Páginas de Rio por Doug Wildey Compartimos una serie de páginas del comic de “Rio” por...

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