342 – Roy Crane y los cómics de aventura

Los primeros cómics en Estados Unidos datan de fines del Siglo XIX y nacieron en forma de tiras diarias que se dedicaban a retratar en forma caricaturesca los dramas y vicisitudes de la vida cotidiana, como “Yellow Kid“, “Kantzejammer Kids“, “Gasoline Ally“, “Mutt y Jeff”. Algunos más arriesgados mostraban episodios oníricos y surrealistas, entre sus ejemplos tenemos a “Little Nemo” y “Krazy Kat“. No fue sino en 1924 cuando un joven dibujante dota a su tira diaria de un tenor aventurero cuando su protagonista sale en busca de aventuras en el Pacífico Sur. Este personaje es Washington Tubbs II y su autor, el texano Roy Crane. Royston Campbell Crane nació en Abilene, Texas, en 1901. A los 14 años, tomó el curso por correspondencia de caricaturas de Charles N. Landon. Luego de pasar por el College en la Universidad de Texas y un tiempo en la Academy of Fine Arts en Chicago, comienza sus años de vagabundo, ya sea navegando en barcos cargueros o siguiendo las vías de ferrocarril como un auténtico hobo estadounidense. En 1922 comienza su trabajo formal en un diario, el New York World, asistiendo al dibujante H. T. Webster. Este dibujante ha vuelto a ser referenciado en los medios por una ilustración profética de la IA y el dibujo. Roy vendió algunas historietas a la revista Judge y en 1924 dibujó su primera tira de prensa, Music to the Ear, para United Features Syndicate. Ese mismo año, Charles Landon, el autor del curso por correspondencia ya nombrado, ahora como director de arte del Newspaper Enterprise Association Syndicate, le sugiere la creación de su primer personaje: un encargado de una tienda, petiso, chicato y muy enamoradizo. Así Roy crea a Washington Tubbs II. La tira finalmente se titula “Wash Tubbs“. Los primeros meses mantiene el formato normal de las tiras convencionales de los diarios: situaciones cómicas de ocasión sin ninguna continuidad. Esto cambia radicalmente cuando Crane, harto de este formato, rompe las cadenas de la tira y gags diarios y permite a Wash escaparse, como otrora lo hiciera él mismo, de la ciudad en un circo ambulante y después a la caza de un tesoro en la Polinesia. Crane introduce la continuidad en la historieta con un cliffhanger en el final de la tira, un villano regular, en este caso Bull Dawson, las escenas de acción y pelea. Además, innova las onomatopeyas, creando algunas características y graciosas como “Lickety wop”, e introduce innovaciones en la tipografía desconocidas hasta entonces como el uso de negritas para resaltar una palabra en la oración. En 1929, luego de probar varios tipos de sidekick de Wash Tubbs, Crane agrega un personaje fundamental para el desarrollo de la tira: el Capitán Easy, un mercenario que Wash rescata de una prisión y que se convertirá en el modelo del héroe y del superhéroe norteamericano de ahí en más. En 1933, el Capitán Easy toma suficiente envergadura para aparecer en su propia historieta en solitario en las páginas dominicales a color donde Crane innova rompiendo con la regularidad de las viñetas y el código convencional. Como la Newspaper Enterprise Association Syndicate vendía sus tiras principalmente a los diarios rurales en Estados Unidos, esta tira dista de la popularidad que debería haber merecido en el público, aunque la influencia en el resto de los dibujantes marcó el inicio de la historieta de aventuras como la conocemos hoy y de los superhéroes por venir. Joe Schuster usó la figura de Capitán Easy para crear a Clark Kent y todas la tiras de aventuras de aquí en más responden al esquema inventado por Crane: “Tarzán...

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