La mirada | El enfiteuta
También en nuestra legislación hay elementos inequívocamente antediluvianos. Por ejemplo, la objeción de conciencia, que permanece fosilizada en nuestro texto constitucional veinticuatro años después de la desaparición de la mili y que seguirá ahí por los siglos de los siglos, porque los partidos nunca se pondrán de acuerdo para reformar la Constitución.