El problema nunca es el problema
El problema no fue que no tuviéramos tema predeterminado, el problema fue que no entendí qué tenía que preguntar, así que me tomé la libertad de hacer 3 preguntas que me hacen constantemente en vivo o por Instagram: 1) ¿Cómo cambiar la semilla de un proyecto de cualquier índole?, 2) ¿Cómo desenojarme o contentarme con Dios? y 3) ¿Qué hacer si me divorcié y mis hijos no soportan a mi nueva pareja? La más zen de nuestras maestras –@sarahsvarela– nos responde con una profundidad y sencillez muy ...