Las agentes penitenciarias y su propia batalla en primera línea
Son mujeres, algunas son madres y custodian el penal de reclusas más grande que tiene Lima: el establecimiento penitenciario de Chorrillos, donde ya se ha registrado la primera muerte por coronavirus. Las trabajadoras del INPE están expuestas. Ponen en riesgo sus vidas mientras el temor de ser contagiadas invade esta cárcel que alberga a más de 850 internas. Piden más apoyo del Estado.