Biografía de la Carrera espacial - parte I

El espacio... la última frontera. Con esta frase que inicia la legendaria serie televisiva "Star Trek", frase que resume uno de los sueños más preciados de la humanidad: conocer, descubrir qué hay más allá de la atmósfera terrestre. Sin embargo, en sus inicios, la conquista del espacio no se sustentó en visiones idealistas, sino en la guerra. El primer paso lo dio la Alemania nazi en los años 40 con la invención de los cohetes V2, que en significaban arma de represalia, pero cuyo nombre técnico era A4, y que fue un misil balístico empleado contra Bélgica y algunas ciudades del sureste de Inglaterra. Este cohete fue el primer misil balístico de combate de largo alcance, pero también primer artefacto humano conocido que hizo un vuelo suborbital, por lo que fue también el primer objeto artificial en llegar al espacio y se constituye hoy en el progenitor de todos los cohetes modernos. Después de la derrota del régimen de Hitler, la mente que estaba detrás de los cohetes alemanes, el ingeniero aeroespacial Wernher von Braun, fue reclutado por los Estados Unidos para desarrollar su programa espacial. La carrera espacial fue uno de los capítulos de la Guerra Fría, en la que Estados Unidos y la Unión Soviética se disputaron la hegemonía en la exploración espacial. Esta se caracterizó por una intensa exploración en el espacio llevada a cabo por estadounidenses y soviéticos, manifestando así el choque ideológico entre las dos grandes potencias: Estados Unidos y la Unión Soviética. Hacia la década del 50 prevalecía la idea de que quien conquistara primero el espacio, también dominaría al mundo. El primer punto lo anotaron los soviéticos el 4 de octubre de 1957, con la puesta en órbita del primer satélite artificial, el Sputnik I. También fue ruso el primer cosmonauta que pudo ver a la Tierra desde el espacio, de manera que el viaje de Yuri Gagarin en abril de 1961 fue todo un éxito, aún a costa del sacrificio 4 años antes del primer ser vivo que llegó al espacio exterior: la perra Laika. Para entonces los Estados Unidos seguían atrás, de manera que en 1961, el presidente John F. Kennedy anunciaba un plan que, indirectamente, consolidaba la carrera espacial como un pulso entre dogmas políticos. De esta manera inició una carrera ya no por llegar al espacio, si no por llegar a nuestro satélite y lograr que un humano llegara a posarse sobre su superficie. Cuando los estadounidenses lanzaron la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki nació un nuevo orden mundial, en el que el poder y la influencia no se medirían en términos de esfuerzo humano, sino de avances tecnológicos. Si la URSS quería tener influencia internacional, debía remontar velozmente la enorme ventaja que le había sacado EE.UU. En sólo cuatro años, los soviéticos produjeron su propia bomba atómica, pero como esta era mucho más pesada que la estadounidense, debieron desarrollar un cohete más poderoso que la transportara, lo que terminó impactando en el programa espacial. Y la persona a la que le encargaron la tarea fue el ingeniero ruso Sergei Pavlovich Korolev. En el año 1952, el Consejo Internacional de la Ciencia (o Consejo Internacional de Uniones Científicas), una ONG creada en 1931, proponía a la ONU la creación del “Año Geofísico Internacional”, donde el objetivo era demostrar al mundo que la tecnología militar que había destruido medio mundo durante la Segunda Guerra Mundial también tenía aplicaciones civiles pacíficas. Finalmente, se aprobó celebrar el “Año Geofísico Internacional” entre el 1 de julio de 1957 y el 31 de diciembre de 1958. El 29 de julio de 1955, el Presidente de los EEUU, Dwight E. Eisenhower anunció la intención de su país de lanzar en los años siguientes satélites artificiales al espacio, como contribución a esta celebración y como muestra del apoyo a la iniciativa pacífica de los científicos de 66 países. 4 días después, la URSS hacía un anuncio similar. Había comenzado así la carrera espacial. Esta carrera espacial requirió de grandes avances en todas las áreas de la ciencia y la tecnología, muchos de los cuales habrían sido impensables de no haber existido ese campo de batalla virtual entre Washington y Moscú. Asimismo, varios de esos logros, hoy se aplican extensamente, en distintas áreas del quehacer humano, por ejemplo, en la medicina, las telecomunicaciones y la informática. Sin discusión, nuestras vidas se han visto modificadas y mejoradas de un modo fundamental por las tecnologías desarrolladas al amparo de la actividad espacial. Nuestra máquina del tiempo-espacio nos lleva hoy en la primera parte de un viaje que inicia nuestro planeta tierra hace 70 años y que concluirá con la génesis del proyecto Apolo el proyecto que puso por primera vez a un ser humano en la luna y que logró que seis misiones llegaran a posarse sobre la superficie lunar. Definitivamente la carrera espacial marcó el destino que ha vivido la sociedad tecnológica del siglo XXI Enlaces Alandete D. 2019. La carrera espacial entre las superpotencias. ABC: Ciencia. Disponible en: https://www.abc.es/ciencia/abci-carrera-espacial-entre-superpotencias-201907200328_noticia.html Carrera espacial. (2023). Wikipedia, La enciclopedia libre. Disponible en: https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Carrera_espacial&oldid=149017701. Cortés-Robayo L. 2014. Historia espacial: recuento histórico de su evolución y desarrollo. Revista de Derecho, Comunicaciones Y Nuevas Tecnologías. Volumen 12, pp 1-36. 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Disponible en: https://www.unoosa.org/pdf/inf044E.pdf Música del capítulo 1. Bear McCreary - Trust No One -Serpent Queen OST 2. L'Orchestra Cinématique - Kevin Kiner - Bad Batch Theme From Star Wars Epic Version 3. @8_bits - Dire Straits – Brother in Arms 4. Dire Straits – Brother in Arms

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