La flor que contempla amaneceres: Helianthus annuus {La Senda de las Plantas Perdidas}

Pasó toda su infancia contemplando el Sol, cimbreándose al son de sus rayos hasta que, un buen día, se convirtió él mismo en un pequeño sol en flor. Majestuosos y rústicos a la vez, los girasoles son mundialmente conocidos y apreciados por su belleza y su gran utilidad —que, sobre todo en los últimos tiempos, deriva de su empleo como planta oleífera. Sin embargo, no siempre fue así.Hubo un tiempo en que las semillas de girasol no contenían tanto aceite como ahora, un tiempo en que sólo existían girasoles silvestres; hubo un tiempo en que los únicos que conocían a los hermanos del género Helianthus eran los nativos americanos.Por eso hoy nos iremos de viaje a conocer las historias girasolísticas más curiosas, y responderemos a preguntas que quizás te hayas formulado alguna vez, como por ejemplo… ¿es verdad que las flores giran siguiendo al Sol?+ Encuéntrame en la web https://ainaserice.com & en redes (FB: https://facebook.com/ainaserice; IG: https://instagram.com/ainaserice).+ Transcripciones de los capítulos (a su ritmo…) en ☛ http://senda.imaginandovegetales.com+ Círculo de apoyo vegetófilo íntimo, con agradecimientos extra ☛ https://patreon.com/ainaserice☛ Toda la información + bibliografía + extras, ahora disponible en libro… SENDEROS DE SAVIA. Basado en las primeras tres temporadas del pódcast ;D Más información en https://ainaserice.com/senderosdesavia {Agradecimientos}Música compuesta &interpretada por Cristina Llabrés y Evaristo Pons. ¡Y gracias a ti por la compañía!

Om Podcasten

Este pódcast es una invitación a descubrir las historias —más o menos perdidas, más o menos olvidadas, siempre fascinantes— de las plantas que nos rodean.Les pone voz la bióloga y escritora Aina S. Erice, que no cree en la división entre ciencias y letras, y por tanto propone un experimento vegetófilo donde botánica, biogeografía y genética conviven con literatura, mitología e historia (y se lo pasan en grande todas juntas).Equipaje imprescindible para el viaje: curiosidad, y un mínimo interés/afecto por las plantas.