Kentukis, de Samanta Schweblin
En un futuro cercano la Internet es el alma de un muñeco que reemplaza a las mascotas o los hijos. Un muñeco perverso que nos termina devorando desde el silencio.
En un futuro cercano la Internet es el alma de un muñeco que reemplaza a las mascotas o los hijos. Un muñeco perverso que nos termina devorando desde el silencio.