110 Religión y otras creencias, con Ocio Oculto

Salvete, amigos de Roma: En este episodio, segunda parte del programa 101 , nos sumergiremos en el fascinante mundo de la religión romana y las supersticiones que impregnaban la vida cotidiana de los antiguos romanos. En los dos programas abordaremos temas como: La importancia del culto familiar: Descubriremos las deidades que habitaban el hogar romano, como Vesta, la diosa del fuego, y los Lares, protectores de la familia. Aprenderemos sobre los rituales diarios y las ofrendas que se les hacían para asegurar su favor. El papel del paterfamilias: Como jefe del hogar, el paterfamilias era responsable de la correcta observancia de las prácticas religiosas. Exploraremos sus funciones en los rituales y su importancia para la cohesión familiar. Supersticiones y augurios: Los romanos creían en una gran variedad de supersticiones que guiaban sus decisiones y acciones. Examinaremos algunas de las más comunes, como la lectura de los auspicios, la interpretación de sueños y el significado de ciertos presagios. Amuletos y talismanes: Para protegerse de la mala suerte y atraer la fortuna, los romanos usaban amuletos y talismanes. Conoceremos algunos de los más populares y su simbolismo. En esta primera parte abordaremos en especial la religión doméstica. Te invitamos a unirte a este viaje en el tiempo y descubrir los secretos de la religiosidad que marcó la vida de millones de personas. Mis redes: Mail: angelportillolucas@gmail.com Twitter o “X”: @Angel_Porty Instagram: @angel_portillo_lucas YouTube: Ángel Portillo Lucas FaceBook: Ángel Portillo Lucas Tik Tok: @angelportillolucas

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En LIGNUM EN ROMA hablaremos de Roma y de la otra Roma. Hablaremos de la Monarquía, de la República y del Alto Imperio romano. Contaremos la historia de césares y emperadores, legiones y batallas. Pero además nos preguntaremos, ¿Quién era en realidad la población romana? ¿Cómo vivían? ¿Qué pensaban? Hablaremos de cómo se comportaba la gente corriente: amas de casa, los soldados, posaderos, forajidos, mercaderes y gladiadores que constituyen el día a día de la capital del Imperio. Todo ello sin prejuzgar hechos pasados con mi moderna manera de ver las cosas. Esta precaución de concebir lo ocurrido con los ojos de las personas que lo vivieron tiene una doble función: la primera, no enjuiciar sin conocer todos los datos, y la segunda, obtener una comparación entre las formas de pensar de los antiguos y de los contemporáneos. Única manera en la que conoceremos lo que fuimos desechando o ganado a través de una evolución social de dos mil años.