Día 18 | Éxodo 12 – 14
Cristo fue el Cordero perfecto que tuvo que morir para que nosotros tuviéramos vida al aplicar, por fe, Su sangre derramada a nuestros corazones.
Cristo fue el Cordero perfecto que tuvo que morir para que nosotros tuviéramos vida al aplicar, por fe, Su sangre derramada a nuestros corazones.