3. Dime cuando tú: en vivo y un muerto
Los intensos preparativos y obstáculos de última hora antes del histórico concierto. Con apenas días para el debut, los organizadores enfrentan múltiples crisis: el director principal se niega a dirigir, las partituras llegan a cuentagotas, y coincidentemente ocurre el funeral de uno de los hombres más respetados para la élite conservadora, en el mismo Palacio, durante el único ensayo programado. La tensión aumenta cuando el Estado Mayor Presidencial solicita que Juan Gabriel salude al presidente después del show, petición que el artista rechaza con una respuesta memorable. El capítulo culmina con la amenaza de una huelga del personal técnico de Bellas Artes, la cual puso en jaque la realización del primer show en mayo de 1990.