𝐓𝐀𝐋𝐋𝐄𝐑 𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎 - Incompatibilidad de la Teología Reformado con la Pneumatología, Misiología y otros elementos de la Teología y Praxis Pentecostal

A pesar de que tanto pentecostales como reformados afirman que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios, ambos grupos difieren en muchos aspectos fundamentales. Las iglesias reformadas afirman que el bautismo con el Espíritu Santo es una experiencia que ocurre en la conversión de la persona y, por tanto, todo creyente por definición ya es bautizado con el Espíritu Santo desde su conversión; en el movimiento pentecostal dicho bautismo es considera como una "segunda experiencia" posterior a la conversión que está relacionada con recibimiento de poder y dones espirituales. Asimismo, el movimiento pentecostal cree y enseña que el don de hablar en lenguas es una evidencia (para muchos la inicial) de haber sido bautizado con el Espíritu Santo. El movimiento reformado, en cambio, afirma que las lenguas están relacionadas con el periodo apostólico de la Iglesia, pero que hoy ese hablar en lenguas no sería más necesario. La gran mayoría de reformados se identifican generalmente como cesacionistas (rechazan la vigencia actual de los dones carismáticos). Pero las diferencias van más allá de la pneumatología. Sin lugar a duda, la soteriología dominante de una iglesia  moldea de manera indeleble su cultura (la forma en que la gente piensa y piensa) para la misión. La soteriología arminiana tan propia del pentecostalismo ha sido clave en su avance misionero y expansión mundial, ya que una de sus suposiciones básicas es asumir que Dios ya está involucrado en la vida de cada persona y los está llamando a sí mismo a través de su Hijo. Esto significa que el Dios misionero ha estado activo durante mucho tiempo en la vida de una persona. Nuestro trabajo principal es tratar de ver dónde y cómo Dios ha estado trabajando y asociarnos con él para llevar a la gente a la redención en Jesús. Esta es básicamente la comprensión arminiana de la gracia preveniente. En ella reside la motivación o razón de ser de las misiones pentecostales. Entendiendo lo anterior, no resulta extraño ver el estancamiento de las misiones en iglesias reformadas o calvinistas. Si bien la mayoría de los calvinistas sostienen la creencia en la  «gracia común», no se entiende que tenga un propósito salvífico. La comprensión arminiana de la gracia preveniente difiere de la concepción calvinista de la gracia común en un área importante. En el esquema calvinista, la gracia común no conduce ni puede conducir a la salvación. Funciona para contener el mal en el mundo pero no lleva a los incrédulos a la fe. Para los arminianos, la gracia preventiva puede llevarnos a la salvación. Además, la forma en que entendamos la doctrina de la elección y la predestinación determina, de forma ineludible, nuestra misionología. Si elegidos lo son de forma incondicional, si la gracia es irresistible y cada suceso de nuestra vida depende del decreto divino ¿Por qué esforzarnos? De todos modos, los que deban ser salvos lo serán de cualquier manera ya que no pueden hacer otra cosa ¿O no? ¿Qué importancia tiene nuestra pasión o indiferencia para cumplir con la Gran Comisión si, al final, todo está predestinado? Además de los anteriores ¿En qué otros aspectos son incompatibles la teología reformada y el movimiento pentecostal? Te invitamos a descubrirlo en el Taller V del 𝑺𝒆𝒎𝒊𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑽𝒊𝒓𝒕𝒖𝒂𝒍 “𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒔𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝑷𝒆𝒏𝒕𝒆𝒄𝒐𝒔𝒕𝒂𝒍 𝒂 𝒍𝒂 𝑻𝒆𝒐𝒍𝒐𝒈𝒊́𝒂 𝑹𝒆𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂𝒅𝒂”. TALLERISTA | Pr. Elías Chávez Bascuñan (Chile)

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