333 - The Gentlemen: Los señores de la mafia- Guy Ritchie - La gran Evasión
Ninguna buena acción queda impune. Estos granujas bien vestidos no se prodigan en buenas acciones. Guy Ritchie vuelve por sus fueros con un guion bien pergeñado, con el sello de sus iniciales y valiosas "Lock and Stock" y "Snatch, cerdos y diamantes". Tiene mérito cuadrar todas las subtramas, traiciones y giros de esta endiablada historia, contada por boca de un investigador privado cínico y sospechoso, chantajista y paparazzi, espléndido Hugh Grant en un registro desconocido hasta ahora. Fletcher, espía al servicio del poderoso editor de un tabloide amarillista de Londres, exigirá 20 millones de libras a su interlocutor, Raymond -Charlie Humnam-, solvente mano derecha de su jefe, Mickey Pearson (Mathew McConaughey. El americano hecho a si mismo en Oxford a base de vender hierba a los niños pijos del lugar. El rey de la selva, con su aspecto leonino, McConaghey se apresta a degustar un huevo en escabeche y una pinta de cerveza en su pub. Ritchie se rodea como de costumbre de un grupo idóneo para contarnos las peripecias, chantajes, filias y fobias de unos gangsters que se visten y mueven como caballeros, incluido el Coach, un estupendo Colin Farrell, ataviado con un acolchado chándal de alta gama, sabe mantener la compostura y leer las situaciones más imprevistas. Si tiene que meter a un chino en el maletero, lo hará sin ningún problema. Mafias chinas, judíos millonarios , granjas de cannabis. Los terratenientes ingleses están tiesos y el capo de la marihuana utiliza sus tierras como tapadera. En la época del Youtube y los smartphones, Fletcher va narrando a su interlocutor un guion que lleva impreso en una carpeta. Los chicos de Coach, jóvenes e impulsivos, asaltan las posesiones del señor Pearson. El Coach sabe que se han metido en los dominios del rey de la jungla. Ritchie juega con los imprevistos, sabe sorprender al personal. Pearson ama a su esposa (Michelle Dockery), una mujer de armas tomar con acento Cockney, sabe manejar una Derringer en situaciones límite. El universo es caos, y ninguna buena acción queda impune. Quien iba a prever que un yonki ruso rebotara contra el asfalto en plena misión de los chicos. El joven era hijo de un ruso rico. Ya se sabe, el dinero lo arregla todo y también trae problemas. La desternillante persecución de los niñatos que han grabado el acontecimiento con sus móviles de última generación no tiene desperdicio. Humor ácido, marca de la casa, y guiños a clásicos del género,, ese primer plano de McConaghuey atrapado en un coche y apuntado por un mafioso ruso nos trae a Bob Hoskins al final de El largo viernes santo (John Mckenzie). Esta noche nos vestimos de cachemira y tweed... Rosario Medina, Zacarías Cotán y Raúl Gallego Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com Instagram: la_gran_evasion1_ https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/