Un solo de máquina de escribir - Arturo Corcuera

No alcancé a usar pluma de ganso. Fui escolar de pluma de acero y de pomo de tinta. Ave de pluma de cristal, de pluma fuente. En mi tinta azul se miraban el cielo y el mar y mi traje dominguero. (¿Quién no tiene un traje azul?) La reemplazó el bolígrafo. Creció el mundo y crecí yo. Llegué, veloz, en la locomotora, a la máquina de escribir. Me volví gallo: picoteaba las teclas con un dedo, imaginándolas granos de maíz. Remington Rand, te sabrás de memoria mis primeros poemas. Oigo hasta hoy tus conciertos de piano: Bach, Beethoven, Mozart, Chopin, Vivaldi. Tren de escritorio (Deluxe model 5) avanzando por las cuatro estaciones. Al final del siglo XX, en el misil cibernético te sacó de los carriles la posmodernidad. Están frente a mí los carretes de cinta que ya no tiñen mis manos ni mis sueños. Del salón en el ángulo oscuro yacen mi rodillo secreto, mi cigarra incomprendida, mi arpa olvidada.

Om Podcasten

Audios para luchar contra el tráfico, la soledad, la falta de tiempo para aprender un poema y aquel mito que cuenta que el peruano no lee. Se publican semanalmente poemas recitados en la voz del autor, en la medida de lo posible. Creative Commons (CC) http://copypasteilustrado.wordpress.com/