Comportamiento religioso
Pues el ser personal, sólo como personal, sólo como persona, no ama, es sólo separador y repelente; la persona estrictamente considerada, no puede amar, sino solo odiar, separar, dividir, la persona para amar, debe prescindir de su estricto y excluyente ser-para-sí; pero no puede prescindir de él si no se da en ella, por así decirlo, un lugar, una situación, en la que no sea pura separación y acuciante diferencia, sino que sea lo Todo Uno y lo Uno Todo L. Feuerbach, Pensamientos sobre muerte e inmortalidad