La magia de cerrar ciclos.
Se les olvido enseñarnos a amar los finales, a entender la diferencia entre querer olvidar o convertirlos en hermosas memorias, a aprender a abrazar el cambio sin aferrarnos al pasado ni temerle al futuro. Se les olvido enseñarnos a enamorarnos de nuestros finales, a dejarnos caer en el piso de la nostalgia y a la misma vez abrirnos a la posibilidad de nuevas aventuras. Se les olvido enseñarnos que todos los finales son las mejores oportunidades a nuevos comienzos.