23) "Voy a construir una montaña” El Jubileo 2025: Un Tiempo para la Esperanza y la Reconciliación
La segunda parte de la película “el Jocker” , dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquin Phoenix y Lady Gaga no fue un éxito como la primera parte, sin embargo la banda sonora parece que tiene una mejor calificación. De hecho, quiero tomar una de las canciones que canta magistralmente Lady Gaga: Gonna Build a Mountain, un canto al optimismo y a la confianza que brota de la resiliencia ( voy a construir un paraíso desde un pequeño infierno y sé muy bien que si construyo mi montaña, el cielo estará esperando allí) Quiero partir de esta curiosa canción para hablar sobre uno de los acontecimientos mas interesantes De la Iglesia católica, El Jubileo 2025, inaugurado por el Papa Francisco con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, llega en un momento crucial para el Perú y el mundo. Con el lema “La esperanza se no defrauda”, este Jubileo no solo nos invita a renovar nuestra fe, sino también a reflexionar y actuar frente a los grandes retos de nuestra sociedad. La indulgencia plenaria es un regalo especial que la Iglesia Católica ofrece a quienes desean acercarse más a Dios y dejar atrás las consecuencias espirituales del pecado. Es decir que se nos devuelve al sentido común que supone la conversión como deseo constante y no sólo como resultado del mérito por un “buen comportamiento”. Esta tradición tiene raíces antiguas, desde los primeros siglos del cristianismo, cuando las comunidades realizaban actos de penitencia para buscar reconciliación. Durante un Año Jubilar, como el Jubileo 2025, la indulgencia plenaria está más al alcance. Es una invitación a dejar atrás lo que nos aleja de Dios y a vivir una vida más renovada y comprometida con el amor y el servicio hacia los demás. Pero esto ¿qué tiene que ver con un país como el nuestro , marcado por la inseguridad, la polarización política, la desigualdad y los efectos del cambio climático? Creo que mucho. De hecho el Jubileo nos llama a trabajar por la paz, la justicia y la reconciliación y creo que la encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco nos da pautas concretas para construir una “amistad social” que rompa las barreras de este tiempo polarizado y promueva la unidad. La polarización no solo afecta a la política o la sociedad en general, sino que también se manifiesta dentro de la Iglesia misma. En este contexto el diálogo y la fraternidad son esenciales para construir una paz duradera y probablemente podríamos empezar por generar espacios de encuentro en donde el diálogo espiritual ( me refiero a la metodología de discernimiento común ) el sentido común y el respeto a la dignidad humana tengan prioridad En donde el riesgo de perdonar sea un proceso que incorpora la resistencia y el resultado sea humanizarnos cada vez más para promover sociedades justas. La iglesia debería tener la capacidad de ser Puente y no hoguera de condenación. El Papa Francisco nos llama a ser “puentes” que unan comunidades, grupos políticos y sectores sociales. Por otro lado el Papa destaca que no hay amistad social sin justicia para los más necesitados. En un país fracturado por el enfrentamiento ideológico, la amistad social propuesta en Fratelli Tutti es una herramienta poderosa. Esto no significa que todos pensemos igual, sino que aprendamos a respetarnos y a trabajar juntos por el bien común. Estos espacios no solo sanan heridas, sino que también fortalecen el tejido social y ayudan a superar la desconfianza que tanto afecta al país. Conclusión: El Jubileo como oportunidad Una de las más importantes herencias del pontificado del Papa Francisco es la invitación a vivir la sinodalidad como aquel hermoso proceso de ser aquel cuerpo en el que únicamente Cristo es la cabeza de la Iglesia y sus representantes son partes que tienen labores administrativas. De hecho, tal como lo dijo Monseñor Carlos Castillo, al inicio del año jubilar 2025, citando el poema de Madeleine Delbrêl: “Haznos vivir nuestra vida, no como un juego de ajedrez en el que todo se calcula, no como un partido en el que todo es difícil, no como un teorema que nos rompe la cabeza, sino como una fiesta sin fin donde se renueva el encuentro contigo, como un baile, como una danza entre los brazos de tu gracia, con la música universal del amor”. Y la Sinodalidad es eso, un baile armónico que permite que todos entremos y nos dejemos llevar por esa armonía para llenar de esperanza a la humanidad, de cariño, de alegría, de inspiración. A continuación, quisiera proponer 4 ideas clave sobre el Jubileo y la tradición de la Puerta Santa en relación con estos retos: